Por Onamiap
18 de febrero, 2014.- El 21 de febrero fue proclamado como el Día Internacional de la Lengua Materna, por la 30ª Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), realizada en París en 1999. Se declaró esta celebración con el objetivo de promover la preservación y protección de todos los idiomas que emplean los pueblos del mundo.
Por este motivo, desde el 2000 los países miembros de la ONU celebran todos los 21 de febrero el Día Internacional del Idioma Materno con baile, poesía, canciones, teatro, cuentos y cualquier otro tipo de expresión cultural propia de sus pueblos originarios, con el fin de promover la diversidad cultural y el multilingüismo (1).
En extinción
Según Naciones Unidas, se considera como lengua materna la lengua nativa, la lengua de la madre, la lengua mejor conocida o aquella adquirida de forma natural, es decir la primera que el niño aprende a hablar (2).
A nivel mundial, solo el 4 por ciento de la población habla en su lengua materna. Esto ocasiona que cerca de la mitad de las lenguas del mundo se encuentren en peligro de extinción, 3000 aproximadamente. De igual manera se estima que son 10 dialectos los que desaparecen anualmente (3).
Por su parte la UNESCO afirma que “cada lengua refleja una visión única del mundo y una cultura compleja” y “refleja la forma en la que una comunidad ha resuelto sus problemas en su relación con el mundo”.
Asimismo aclara que el uso –o el desuso- de determinadas lenguas puede hoy abrir o cerrar puertas a amplios sectores sociales en muchos lugares del mundo.
Celebración
Cada año esta celebración gira en torno a una temática distinta, así, en 2002, se trató la “diversidad lingüística: 3.000 lenguas en peligro de extinción”; en 2007 se hizo hincapié en la educación multidiomática y en 2010, se celebró el acercamiento de las culturas.
Este año, Irina Bokova, directora general de la UNESCO, ha titulado la celebración como «Las lenguas locales para la ciudadanía mundial: la ciencia en primer plano».
Ello debido a que “reconocer esas lenguas supone también abrir la puerta a múltiples saberes tradicionales científicos a menudo ignorados y enriquecer nuestros conocimientos”, afirma en su mensaje sobre el Día de la Lengua Materna 2014 (4).
Situación de las lenguas en el Perú
Perú es un país muy rico en cultura y etnolingüística. Actualmente cuenta con 47 lenguas vigentes a lo largo del territorio nacional, 43 de estas presentes en la Amazonía y cuatro en la región andina.
Según la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DIGEIBIR), estas lenguas pueden clasificarse en tres estadíos: lenguas vitales, en peligro y seriamente en peligro de extinción (5).
El año 2012 se identificaron 26 lenguas vitales, 4 en peligro y 17 en serio peligro de extinción. Sin embargo, las lenguas consideradas vitales cuentan con algunas variantes regionales que son consideradas en peligro, debido a la distribución en zonas y departamentos, lo que podría condicionar su uso.
Las cuatro lenguas identificadas en situación de peligro, son el bora, el murui-muinani , el yagua y el yanesha. Todas ellas de la zona amazónica. Son 17 lenguas en serio peligro de extinción, 15 en la región amazónica y 2 en los andes (6).
Según el proyecto Ethnologue: Languages of the World, proyecto mundial de reconocimiento lingüístico, estas lenguas cuentan con muy pocos hablantes, es el caso del Taushiro, que al 2012 contaba con 1 único hablante. Asimismo el idioma Muniche, a 1988 registraba 3 hablantes, y el Iñapari contaba con 4 hacia 1999 (7).
La Digeibir considera que existen diversos factores para el devenir de una lengua, por ejemplo, el estado de aislamiento o contacto inicial, podría favorecer a la preservación lingüística, como no, debido a los factores exógenos – actividades extractivas, expropiadores de tierras, colonizadores- que podrían intervenir en el territorio.
Asimismo, se considera que las lenguas originarias de los pueblos que migraron a Lima y otras ciudades están en serio peligro de extinción debido a que la lengua no es trasmitida a las generaciones menores.
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Referencias: