Basta de discriminación e invisibilización de nuestras niñas y adolescentes indígenas
Un nuevo informe de la Defensoría del Pueblo evidencia la situación de vulnerabilidad de las niñas y adolescentes indígenas, la cual impide el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales. Bajo el título Condiciones para garantizar el derecho a la educación, la salud y una vida libre de violencia de las niñas y adolescentes indígenas, el Informe Nº 002-2017-DP/AMASPPI/PPI muestra las enormes brechas de etnicidad y género que afectan a nuestras niñas y adolescentes.
En educación, señala el informe, “solo el 27% de las mujeres indígenas en zonas rurales de 15 años a más alcanza el nivel secundario, frente al 43.8% de sus pares varones en las mismas condiciones. Igualmente, las adolescentes indígenas de zonas rurales de 12 a 16 años que asisten al nivel secundario con atraso escolar es del 31.6%, mientras que las adolescentes en las zonas urbanas alcanzan el 26.8% (INEI 2016)”.
El 19.3% de las jóvenes que hablan una lengua originaria están embarazadas o ya son madres, comparado con el 12.9% entre las adolescentes castellanohablantes (INEI 2016). Esta cifra se elevaría entre las adolescentes que residen en las regiones de la Amazonía, donde el 24.9% de las adolescentes ha estado alguna vez embarazada (ENDES 2015).
Las autoridades del Estado, las instituciones defensoras de derechos humanos, las organizaciones indígenas y la sociedad en general no pueden seguir cerrando los ojos ante esta realidad. Urge tomar medidas para garantizar los derechos fundamentales y el futuro de nuestras niñas y adolescentes. ¿Qué dicen el Ministerio de Cultura y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables? ¿Qué pasó con el enfoque de género y el enfoque intercultural en educación intercultural bilingüe y salud?
Las mujeres de ONAMIAP alzamos nuestras voces para defender los derechos de nuestras niñas y adolescentes indígenas a una educación y salud de calidad con pertinencia intercultural. Asimismo, exigimos al Estado que no siga escondiendo la situación de los pueblos indígenas detrás de estadísticas generales. Toda la información debe ser desagregada por etnicidad, género y generación. Hagamos del informe de la Defensoría del Pueblo un instrumento para enfrentar esta dramática situación.
¡Basta de discriminación e invisibilización!