Por un Perú sin violencia contra la Mujer
Las mujeres indígenas estamos aquí: resistiendo, aportando, fortaleciendo nuestras capacidades y nuestras organizaciones. En este camino, enfrentamos múltiples formas de violencia: contra nuestra vida y nuestra salud, contra nuestra identidad cultural, contra nuestros territorios, contra nuestra libertad y contra nuestros derechos.
Próximas al 25 de noviembre, las mujeres de ONAMIAP continuamos trabajando por una vida libre de violencia, donde las mujeres, las niñas y las adolescentes indígenas no seamos insultadas, golpeadas ni violadas. Queremos sentirnos seguras y que nuestras hijas cuenten con los conocimientos de sus derechos sexuales y reproductivos desde su identidad cultural y no vean frustrado su camino por un embarazo prematuro.
Queremos que todos y todas tengamos iguales derechos para participar con voz y voto en los espacios de decisión sobre nuestros territorios y su gobernanza, que se reconozcan, valoren e incorporen nuestros aportes y nuestras demandas: nuestra agenda.
Queremos que dejen de estigmatizarnos, de discriminarnos, de folclorizarnos. Que respeten y valoren nuestra identidad cultural, que comprendan que nuestra diversidad es una riqueza. Nos sentimos orgullosas de nuestras lenguas, nuestras ropas, nuestras costumbres. Basta de ser objeto de burla o de ser vistas como sinónimo de atraso o clientas del asistencialismo. Porque desde nuestra identidad cultural aportamos a la defensa de la vida, de los bienes naturales, de la biodiversidad que alimenta a todos y todas.
Queremos políticas públicas que nos protejan efectivamente de la muerte física y cultural. Que la inclusión no sea entendida como asimilación sino como la incorporación de nuestras agendas, de nuestros saberes y prácticas ancestrales.
Queremos respeto a nuestros derechos territoriales porque el despojo de tierras también es violencia. Basta de leyes y otras normas que atentan contra la seguridad jurídica territorial de nuestras comunidades. El proyecto de ley 1718 no debe ser aprobado.
Queremos libertad para expresarnos, para reclamar cuando nuestros derechos son vulnerados sin ser perseguidas ni judicializadas. Todas las normas que criminalizan a los defensores y las defensoras de derechos deben ser derogadas.
En el marco del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, las mujeres indígenas reafirmamos que toda vulneración de derechos es violencia. Por ello, es necesario que, como sociedad, comencemos a construir una sociedad donde todos y todas ejerzamos efectivamente nuestros derechos.