
No a la quinua española: la agricultura familiar necesita apoyo estatal
El pasado 12 de mayo, a través de una resolución, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) dispuso la publicación de los requisitos fitosanitarios para la importación de quinua procedente de España, lo que significa que se daría carta abierta para importar este cereal a nuestro país. La quinua es una planta originaria nuestra, con alto valor nutritivo y cultural, cuyo cuidado y diversidad están en manos de nuestros pueblos indígenas, sobre todo de las mujeres indígenas. Por ello nos sorprende e indigna la decisión de Senasa.
El Perú continúa siendo el mayor exportador de quinua en el mundo, con un total de casi 52 mil toneladas exportadas en el 2018 a más de 16 países a nivel mundial, siendo Estados Unidos el principal mercado de ingreso del grano peruano y se está trabajando para que la quinua peruana ingrese a China. Sin embargo, no se fomenta el consumo interno de este cereal.
Mientras se autoriza esta importación de quinua española, las demandas de los productores y las productoras nacionales no son escuchadas. La agricultura familiar, que pone en nuestras mesas más del 80 por ciento de los alimentos que se consumen en el país, está abandonada. Y el Estado promueve solo los cultivos de agroexportación, principalmente de la costa, que están en manos de grandes grupos económicos responsables de la creación de latifundios más grandes que los que existían antes de la reforma agraria.
Todo esto afecta la seguridad y la soberanía alimentarias, e impacta también en las economías y subsistencia de más tres millones de peruanos y peruanas, cuya principal actividad económica es la agricultura familiar.
Aunque ante las múltiples reacciones que generó la decisión de importar quinua, el pasado 18 de mayo el Senasa, mediante una Resolución Directoral, decidió suspende por 180 días la aplicación de los requisitos fitosanitarios para la importación de quinua grano de origen y procedencia de España, la autorización podría estar siendo solo postergada.
Desde la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), estaremos vigilantes de que no se continúe con la decisión de importar quinua. Pedimos también que se escuche a nuestros hermanos y hermanas campesinos y campesinas, y que se implemente una efectiva política de protección y fomento de la agricultura familiar. Necesitamos que se deje de priorizar la agroexportación sobre la seguridad y soberanía alimentarias, así como que se reconozca y valore el aporte de los pueblos indígenas a la alimentación y al cuidado de la biodiversidad.