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¡Bagua no se olvida!

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¡Bagua no se olvida!

A once años de la masacre en Bagua, las heridas continúan abiertas. Los responsables políticos de aquel fatal acontecimiento siguen libres y tanto el Gobierno como las empresas extractivas continúan vulnerando los derechos de pueblos y mujeres indígenas. Desde ONAMIAP exigimos justicia por nuestros hermanos y hermanas que ya no están aquí y la garantía plena de nuestros derechos individuales y colectivos. Ni olvido ni perdón, Bagua nunca más.

Bagua no se olvida, no puede ni debe olvidarse. El 5 de junio de 2009, fecha en que se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, el presidente de aquel entonces, Alan García Pérez, ordenó disparar a nuestros hermanas y hermanas que pedían la derogatoria de decretos legislativos que pretendían despojarnos de nuestros territorios en el marco de la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Días antes de aquel acontecimiento, Alan García Pérez había preparado el camino para esta masacre con sus artículos en los que nos llamó “perros del hortelano”. El mismo personaje que como candidato prometió revisar “línea por línea” ese TLC para luego matar para imponerlo.

Hoy, once años después y en medio de una pandemia, recordamos a nuestros hermanos y hermanas mientras vemos cómo el Estado, amparado en el discurso de que “las actividades extractivas son prioridad para el desarrollo”, pisotean nuestros derechos fundamentales e imponen proyectos extractivos y de infraestructura sin consulta previa, ni siquiera participación ciudadana, so pretexto de cuarentena. La misma cuarentena que no paralizó las actividades mineras y petroleras que finalmente llevó el contagio a nuestras comunidades.

Los pueblos y las mujeres indígenas del Perú no podremos celebrar el Día Mundial del Ambiente mientras se priorice el crecimiento económico y la acumulación individual sobre la vida, sobre nuestros derechos y los derechos de nuestra Madre Tierra. Las heridas de Bagua seguirán abiertas hasta que se cierren las brechas de desigualdad y logremos que se nos garantice el pleno ejercicio de nuestros derechos individuales y colectivos.

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