
Covid se expande porque no se atacan las causas estructurales

La pandemia de Covid-19 está descontrolada, los picos de contagios y muertes crecen de manera exponencial y el gobierno es incapaz de adoptar medidas efectivas para frenarlo. Solo en la última semana el número de casos positivos aumentó en 45%, según el propio Ministerio de Salud. Y esta cifra se refiere únicamente a los resultados de las pruebas realizadas.
¿Cuántos casos más hay en aquellas zonas donde no hay acceso a las pruebas? Hablamos principalmente de las zonas donde se ubican los territorios de los pueblos indígenas, donde las comunidades siguen careciendo de servicios de salud, prevención y atención diferenciada.
El número de casos ya bordea los dos millones. Y durante marzo pasado se produjeron 31,399 muertes por Covid-19 en el Perú, es decir, un promedio de 1012 muertes diarias, según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). En febrero fueron 617 muertes diarias y en enero 320. Estas cifras superan los registros oficiales del Ministerio de Salud. Como decimos: es un crecimiento incontrolable.
Es incontrolable porque el gobierno no ataca las causas estructurales de la pandemia. Por el contrario, las intensifica. Está comprobado científicamente que la destrucción de la naturaleza, en particular la deforestación, facilita la aparición y propagación de enfermedades, plagas y pandemias. Pero el Estado insiste en privilegiar las actividades extractivas.
Un ejemplo de ello es que el todopoderoso Ministerio de Energía y Minas ha publicado la propuesta del reglamento de las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, el cual, en su artículo 178.2 señala que se pueden hacer perforaciones “en caso de que un yacimiento se extienda en forma continua fuera del lindero del Área de Contrato hacia otras áreas adyacentes sin contrato o limitadas por regulaciones ambientales o por ser parte de Áreas Naturales Protegidas”.
Para proteger todas las formas de vida, incluida vida humana, de enfermedades, plagas y pandemias, es indispensable que el actual Congreso de la República, con carácter de urgencia, ponga en agenda del Pleno y apruebe el dictamen del Proyecto de Ley 6957, que reconoce los derechos de la naturaleza, sus ecosistemas y especies. Con carácter de urgencia porque la defensa de la vida no puede esperar.
Y también en defensa de la vida, es igualmente impostergable cambiar el modelo económico y político: convocar a una Asamblea Constituyente Popular, Soberana, Plurinacional y Paritaria, para construir con todas las voces un país en el que se garanticen los derechos colectivos e individuales de todos y todas. Para encaminarnos al Buen Vivir / la Vida Plena.