
LA DICTADURA CONGRESAL VA POR LA TERCERA MOCIÓN DE VACANCIA PRESIDENCIAL
El Congreso de la República debate mañana la tercera moción de vacancia contra el gobierno de
Pedro Castillo. Un acoso orquestado por los poderes económicos a través de sus operadores en los
poderes del Estado. Empresarios, Poder Legislativo, Poder Judicial, Fiscalía y los grandes medios
de comunicación son los responsables de la permanente crisis política que ha provocado que
hoy tengamos el quinto gabinete ministerial en 16 meses.
En un alarde permanente de poder el Congreso aprueba, una tras otra, leyes que vulneran
sistemáticamente los derechos humanos, principalmente los derechos de los pueblos indígenas, sin
consultarnos ni obtener nuestro consentimiento, sin siquiera convocar a nuestras organizaciones
representativas para pedir nuestra opinión. Y hace caso omiso a las observaciones del Ejecutivo.
Niegan permisos de viaje al presidente, pero (en política no hay casualidades) el Poder Judicial
autoriza a Keiko Fujimori a viajar al extranjero.
Quiere manejar el presupuesto nacional a su antojo e incluir iniciativa de gasto en sus leyes para
manipular a la población. Y sobre todo para perpetrar la corrupción con impunidad. Esa que fue uno
de los sellos de la dictadura fujimorista, junto con los crímenes de lesa humanidad. Hoy, la
dictadura la ejercen desde el Congreso.
Algunos sectores plantean ingenuamente instaurar mesas de diálogo para salir de esta crisis
política, cuando es obvio que a la derecha no le interesa dialogar. La presidenta del Poder Judicial
convocó a una reunión del Consejo de Estado y el presidente del Congreso se negó a asistir.
El cerco alrededor del gobierno se sigue cerrando, parte del cual fue la irracional acusación fiscal al
presidente Castillo por “traición a la patria”. Incluso el congresista Esdras Medina, de Somos
Perú, anunció que impulsaría una nueva moción para suspender del cargo al jefe de Estado durante
doce meses.
Todo este alarde de poder, todos los mecanismos por los que lo ejercen, configuran un escenario
que reproduce los oscuros tiempos de la dictadura fujimorista de los noventa. Y eso es
precisamente lo que nos espera si procede la vacancia contra Pedro Castillo: tiempos aún
más oscuros de vulneración de derechos humanos, de destrucción de la Madre Naturaleza, de
corrupción e impunidad.
Como ONAMIAP hemos sido claras y lo seguimos siendo. Desde una posición vigilante y crítica
al gobierno de Pedro Castillo decimos NO A LA VACANCIA PRESIDENCIAL. Lo que el Congreso
busca con su dictadura es perpetuar esta crisis en la que los poderosos sectores económicos
aseguran sus privilegios.
La crisis es estructural, entonces, el cambio debe ser estructural. Por eso insistimos en que
debe convocarse a una Asamblea Constituyente Popular, Plurinacional, Soberana y Paritaria, para
construir desde las bases de los movimientos sociales, desde los pueblos indígenas y nuestras
organizaciones, el camino hacia un nuevo modelo que garantice las vidas, los derechos, la dignidad.