
La actual dictadura congresal sigue siendo una amenaza para los pueblos
La dictadura congresal logró su cometido: Pedro Castillo ha sido vacado y está detenido. Fue luego
de dar un mensaje a la nación en el que anunció la disolución del Congreso, la convocatoria a
elecciones de un Congreso con facultades constituyentes y la reorganización del sistema de
justicia.
Su decisión de disolver el Congreso y reorganizar el sistema de justicia es incomprensible,
considerando que tenía todos los poderes en contra. Este permanente acoso político y judicial de
profundo trasfondo racista y clasista, cuenta con la complicidad entusiasta de los grandes medios
de comunicación. En este corto periodo de la presidencia de Pedro Castillo la derecha y sus aliados
dieron una muestra de su poder vulnerando los derechos humanos, principalmente los derechos
colectivos de los pueblos y las mujeres indígenas.
En esta nueva fase de la crisis política se alzan voces en defensa del “orden democrático”,
clamando por una “salida constitucional”, llamando a las fuerzas armadas y a la policía nacional a
pronunciarse, lo que hicieron. La dictadura congresal logró el cometido que se habían propuesto
desde que asumieron su gestión. Finalmente, la vicepresidenta Dina Boluarte juró como
presidenta.
Volver a “la normalidad de la democracia” es lo que no debemos hacer porque es ello lo que nos
viene matando, amenazando con el exterminio, explotando a la madre naturaleza y condenando a
una crisis climática.
Frente a todo ello, como Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del
Perú, ONAMIAP, decimos:
- No creemos en un “orden democrático” que legaliza el despojo, el racismo, el machismo,
el extractivismo. Que es la continuidad del colonialismo impuesto hace 530 años. - La Constitución que dicen defender es producto de una dictadura que impuso el
neoliberalismo extractivista y dio el marco legal perfecto para la corrupción, la impunidad,
los crímenes contra los derechos humanos y contra los derechos de la Madre Naturaleza. - La solución a la crisis política no será posible con esta dictadura congresal, sea quien fuera
quien ocupe el sillón presidencial. Ni con leyes electorales diseñadas para que los mismos
de siempre ocupen cargos de representación. Solo será la continuidad del racismo y la
discriminación estructurales. - Llamamos a la comunidad internacional, en particular a la Organización de Estados
Americanos, a respaldar una verdadera solución a la crisis política. Porque si la crisis
sistémica es estructural, el cambio debe ser estructural. - La salida a la crisis sistémica integral es la construcción de una verdadera democracia. Para
ello es más urgente que nunca convocar a una ASAMBLEA CONSTITUYENTE
PLURINACIONAL, SOBERANA, POPULAR Y PARITARIA. Que no esté en manos solo de los
partidos políticos, cualquiera sea su signo, sino con participación plena y efectiva de las
organizaciones del movimiento social, con escaños para los pueblos y las mujeres
indígenas.