El cambio climático está afectando el trabajo de las mujeres indígenas, sobre todo en la Amazonía. Los cultivos de yuca, plátano y demás alimentos de los que depende la agricultura familiar son cada vez menores a causa del aumento de temperaturas. Las mujeres, quienes estamos encargadas de las chacras, encontramos cada vez más difícil el dedicarnos a estas labores debido al calor.
“Cada vez hace más calor y no podemos salir a trabajar nuestras chacras. Nuestros cultivos, nuestras yucas, están todos secos. Estamos esperando a que llegue el invierno para ver si así podemos trabajar”, cuenta Yosune Tamborena, lideresa del pueblo asháninka.
Sabemos que la preservación de los bosques contribuirá a la mitigación de los efectos del cambio climático, por lo que también somos conscientes de la importancia de conservarlos. Sin embargo, además de los derrames petroleros, la deforestación por la agricultura migratoria, los monocultivos, la minería y la tala ilegal son los grandes causantes de la destrucción de nuestros bosques.
“Los fertilizantes que usan para la siembra de papaya contaminan la tierra y nuestros ríos. La tala ilegal nos deja sin árboles cerca de nuestras comunidades y eso nos afecta a nosotras, las mujeres artesanas, porque ya no conseguimos insumos para nuestros productos ni la leña para nuestra casa”, explica Lourdes Silvano, lideresa del pueblo shipibo.
Debido a la importancia de la labor de las mujeres dentro de nuestras comunidades, y debido a que ella depende en su mayoría del uso que le damos al bosque, las mujeres indígenas debemos participar de los espacios de decisión sobre nuestros territorios, tanto en las asambleas comunales como en instancias distritales, regionales y nacionales. De esta manera podremos expresar nuestras preocupaciones sobre lo que sucede en nuestros territorios, plantear nuestras propuestas y garantizar que se respeten nuestros derechos, como mujeres y como pueblos indígenas.
Salvaguardas en REDD+
El programa de REDD+ tiene el objetivo de reducir la deforestación y la degradación mediante incentivos monetarios a las comunidades, pueblos indígenas y países que logren proteger sus territorios. Lamentablemente, la manera apresurada en que se implementó en algunos países hizo que algunos pueblos indígenas vean vulnerados sus derechos. Por ello, en el año 2010, durante la Conferencia de las Partes en Cancún, se establecieron las Salvaguardas para este programa.
Dichas salvaguardas tienen el objetivo de garantizar, entre otras cosas, que ningún derecho de los pueblos indígenas se vea vulnerado durante la aplicación del mecanismo REDD+. Por ello. los países comprometidos en la implementación del programa de REDD+ como política pública frente al
Cambio Climático deberán antes desarrollar un Sistema de Información de Salvaguardas.
Desde la Onamiap hemos asumido la tarea de vigilar el cumplimiento de las salvaguardas en los procesos de REDD+, en la defensa de nuestros bosques.