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¡Basta de asesinatos de defensores y defensoras indígenas!

Lobo Mau, líder indígena de Brasil, asesinado el viernes pasado. Foto: AFP/Reuters.

El 4 de noviembre de 1780 Túpac Amaru y Micaela Bastidas encabezaron la rebelión contra los atropellos y abusos que los españoles cometían, y que finalmente les costó la vida . Su lucha es prueba de la resistencia de los pueblos indígenas por respeto de derechos, dignidad, defensa de la vida y de la Madre Tierra.

En la actualidad, los pueblos indígenas de Latinoamérica seguimos en resistencia frente a la vulneración de nuestros derechos y el despojo de nuestros territorios. Son muchos los hermanos y las hermanas indígenas, defensores y defensoras de territorios, bosques y derechos que ponen sus vidas frente a gobiernos indolentes que solo responden con balas y derramamiento de sangre.

La noche del pasado viernes se perpetró el asesinato de Paulo Paulino Guajajara, conocido como Lobo Mau (Lobo Feroz), en la Tierra Indígena Arariboia, ubicada en el Estado de Maranhão (Brasil). Su muerte se suma a la de otros veinte indígenas muertos el año pasado en ese país. El Lobo Mau era un tenaz vigilante de su territorio contra las peligrosas mafias de invasores ilegales.

En Ecuador hubo indígenas muertos en las grandes movilizaciones que lideraron el mes pasado, y hasta ahora son muchos quienes vienen siendo perseguidos por reclamar derechos. En la región del Cauca, en Colombia, han sido asesinados nuestros hermanos y hermanas indígenas, entre ellos Cristina Bautista, autoridad Ne’wesk, por las balas de un conflicto armado ajeno a ellos y que sigue usando sus territorios como campos de batalla.

Nuestro país no es ajeno a esa cruda realidad. En setiembre de 2014 las mafias de tala ilegal asesinaron a cuatro líderes indígenas de la Comunidad Nativa Alto Tamaya Saweto, ubicada en la región Ucayali. Han transcurrido cinco años y recientemente la Fiscalía de Ucayali formalizó una denuncia penal solicitando 35 años de prisión contra dos madereros y tres taladores por este crimen.

En todo este tiempo las familias de los líderes ashéninkas Edwin Chota, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quinticima y Francisco Pinedo vienen siendo amenazadas y hostigadas; por lo que al formalizar la denuncia, los y las familiares de nuestros hermanos han pedido a las autoridades mayores medidas de protección para sus vidas.

Recordemos también a nuestros hermanos y hermanas de Bagua, Loreto, Las Bambas, Espinar y muchos otros que son criminalizados, perseguidos y asesinados por defender derechos. ¿Hasta cuándo los defensores y defensoras seguirán enfrentando estas amenazass? ¿Quién defiende a los defensores y defensoras?

Desde la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), exigimos a los organismos de Naciones Unidas y a las instituciones defensoras de los derechos humanos en general, pronunciarse enérgicamente contra el genocidio de los pueblos indígenas. Exigimos a los gobiernos tomar medidas efectivas en defensa de la vida de los pueblos indígenas.

Asimismo, llamamos a las organizaciones indígenas del continente a solidarizarse y denunciar estos hechos. Alcemos juntos y juntas las voces para decir: ¡Basta de asesinatos de indígenas defensoras y defensores de la vida, de nuestros territorios y derechos!

¡Pueblos y mujeres indígenas en resistencia!

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