Desde la base de Llalli, en Melgar, Puno, las mujeres quechuas fortalecemos nuestras herramientas de lucha con la radio comunitaria y la formación en derechos colectivos. Seguimos organizadas para defender nuestra agua, nuestro territorio y nuestra vida.

Frente a la crisis climática y la vulneración de nuestros derechos, las mujeres quechuas de la base de Llalli, en Melgar, Puno, seguimos fortaleciendo nuestras herramientas de lucha a través de la comunicación y la formación en derechos colectivos. Durante el 8 y 9 de febrero, participamos en un nuevo taller de radio comunitaria, donde discutimos los próximos pasos para la producción de contenido propio y la difusión de información sobre los impactos de las industrias extractivas y la defensa de nuestro territorio.

Este proceso de fortalecimiento se complementa con la Escuela Itinerante Ñaupaqta Tapuway, un espacio de formación donde, como parte de la organización Qori Chaskas, hemos profundizado en temas clave como nuestra autoidentificación indígena, el derecho a la libre determinación y la consulta previa.

Uno de los principales logros de nuestro taller de radio fue la producción de una nueva cuña que expresa nuestra identidad y lucha. Además, la participación intergeneracional nos permitió articular experiencias y conocimientos entre mujeres de distintas edades, asegurando así la continuidad de este trabajo en defensa de la vida.

Hemos denunciado en múltiples ocasiones la contaminación del río Llallimayo, afectado por metales pesados debido a la actividad minera. La presencia de empresas como Aruntani SAC y Ciemsa - Águilas sigue generando daños ambientales irreversibles, afectando el agua, la producción agrícola y la ganadería, además de profundizar conflictos entre comunidades. Sin embargo, el Estado sigue sin tomar medidas efectivas para remediar la situación.

Tanto la formación en derechos como nuestra radio comunitaria refuerzan nuestra autonomía en la lucha contra el extractivismo y la vulneración de nuestros derechos colectivos. Seguimos organizadas, seguimos resistiendo.
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