Desde la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), el 20 de abril, remitimos una carta al mandatario Martín Vizcarra y al presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zevallos, en la que exigimos la instalación de un espacio de multisectorial y de interlocución directa entre las organizaciones de pueblos Indígenas y el Estado peruano, con el objetivo de enfrentar la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19.
Con la llegada del coronavirus a nuestros territorios ancestrales, la vida e integridad de nuestras hermanas y hermanos está en mayor peligro, pues hasta ahora no existe una Plan Nacional de prevención y contención del coronavirus para los pueblos indígenas. Ello, a pesar de que, desde el inicio de la cuarentena, las organizaciones indígenas que formamos parte del Grupo de Trabajo de Pueblos Indígenas del Ministerio de Cultura, nos hemos reunido con los Ministerios de Salud y Cultura, para expresar nuestra preocupación y propuestas.
Ante el silencio del ente rector en materia indígena del Ejecutivo, el 20 de abril, desde la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), remitimos una carta al mandatario Martín Vizcarra y al presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zevallos, en la que exigimos la instalación de un espacio multisectorial y de interlocución directa entre las organizaciones de pueblos indígenas y el Estado. Así, señalamos que dicho espacio debe contar con representantes del Estado que tengan poder de decisión, para que las medidas consensuadas con las organizaciones indígenas puedan ser implementadas a nivel regional y local.
Nuestra carta también solicita integrar el Comando Covid-19 en todos los niveles del Estado, con el objetivo de coadyuvar a que las medidas que se vienen adoptando por el Estado se hagan con pertinencia cultural, tal como lo establece la Constitución Política y el marco normativo internacional sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Por último, dejamos en claro en la carta que las organizaciones indígenas enviamos innumerables comunicaciones, a distintos sectores del Ejecutivo, con nuestras propuestas, de forma oral y escrita, a través de reuniones y pronunciamientos públicos, sin que hasta la fecha hayamos sido escuchadas ni atendidas. Las mujeres y los pueblos indígenas no podemos seguir esperando.
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